No
hace mucho, en noviembre de 2015, escribí un texto como base para una ponencia
en el Encuentro de Concejales/as y profesionales de Juventud de Jaén que se
desarrolló en Baeza organizada por la Asociación
de Profesionales de Juventud de Jaén Dinamia y que denominé “Entretenimiento,ocio educativo y aprendizajes juveniles”, en donde intentaba razonar sobre el
error de convocar actividades de entretenimiento dirigidas a jóvenes desde los
departamentos de Juventud de algunos ayuntamientos e, incluso, de Comunidades
Autónomas. Hoy, voy a redundar en ello, aunque vaya en mi propio perjuicio.
Viene
estando de moda la organización por parte de diferentes departamentos de
Juventud de actividades de puro entretenimiento, como dirían mis queridos/as mexicanos/as ¿Cómo se que son de entretenimiento sin más?
Pues sólo hay que formular una sencilla pregunta: ¿Por qué se decidió hacerla y
con qué objetivo? Y las respuestas más socorridas son: Porque es lo que quieren
los y las jóvenes del pueblo, porque se lo pasan bien y va mucha gente, porque
el pueblo de al lado lo ha hecho, porque ven que desde la Dirección General de
Juventud correspondiente se apoyan este tipo de acciones como si fueran un programa estrella de
emancipación juvenil y, por supuesto aunque jamás lo dirán, porque los medios de comunicación sí sacan
esto en su portada con entrevista incluida al/la responsable político/a de turno y no como
esos programas estables de participación o dinamización juvenil que no se
entera ni el tato de que existen.
¿Tengo
algo contra esas actividades? No, en absoluto. Lo que sí tengo es una lucha sin
cuartel porque tenga que realizarlas el departamento de Juventud y gastar de su
pobre presupuesto una cantidad de dinero que daría para otras muchas
actuaciones que éstas sí que aparecen como indispensables en Leyes de Juventud,
directrices de la Comisión Europea y de la ONU y acuerdos estatales e
internacionales sobre el tema que como comprenderás no voy a relatar ahora.
No
hace mucho, una profesional de Juventud me relataba que se habían gastado 6000
€ de su asignación económica en una carrera de colores que gusta mucho a los y
las jóvenes y a los no tan jóvenes, y que para hacer un taller durante el curso había tenido que poner pasta de su bolsillo para comprar materiales porque le daba vergüenza ver en las condiciones
en que se hacía, sin que la Concejalía de Juventud aportara un euro más para su propio taller.
También da verguenza ajena ver la programación de un Consejo Local de la Juventud de una gran ciudad a la que si pusieras el nombre de un Gimnasio nadie se iba a percatar que son convocadas por un organismo que se supone defiende los intereses de los y las jóvenes y que su principal cometido es potenciar la participación de la juventud pero están convencidos que su función es convocar talleres de Zumba, bailes latinos, pilates, baile oriental y bollywood que como todos sabéis son las recomendaciones en política de Juventud que hizo recientemente el máximo organismo europeo.
En
algunos Ayuntamientos, sobre todo del País Vasco, la Concejalía de Juventud
ejerce como coordinadora de las acciones que se dirigen a los y las jóvenes de
la localidad desde un punto de vista integral. Así, si desde el servicio se
detecta una necesidad o petición juvenil se traslada al departamento
correspondiente para su estudio y ejecución. De esta manera si el departamento
correspondiente (Festejos o Deportes) lo cree oportuno y hay presupuesto la
convoca desde dicho servicio. Las peras
con las peras y las manzanas con las manzanas, maldita expresión de una
ignorante que aquí si viene a cuento.
Nadie,
por tanto, dice que no se hagan carreras de colores, ni lo de los zombis para
arriba y para abajo, ni los viajes a esquiar, ni las excursiones a musicales,
ni actividades de gimnasio a porrillo, lo que sí es de puro sentido común es
que esas actividades no las convoque Juventud sino los departamentos de
Festejos o Deportes, según corresponda.
¿De
verdad es tan difícil entenderlo? ¿Es tan difícil convocar actuaciones en
materia de Juventud en asuntos tan importantes como participación,
emancipación, formación, dinamización, cultura, salud, educación… que resulta
que por mandato legal es lo que tienen que implementar estos departamentos?
¿Quién dijo que las Concejalías o Direcciones Generales de Juventud tengan que
organizar viajes a la nieve? Me parece una broma que con el tiempo y la
costumbre ha sido aceptada por todas las partes y nadie sabe por qué.
En
el mundo actual, cualquier grupo de jóvenes puede organizar una salida a
esquiar, o ir a un musical que le guste o ir a una ciudad o pueblo a
inscribirse (que no participar) en una carrera de colores y que, para más inri, le puede salir más barato que el viaje organizado que le plantea su Ayuntamiento
o Comunidad.
Como
ya decía en la ponencia citada al principio, parece que las administraciones
están convencidas que los y las jóvenes no saben entretenerse solos y tampoco
tienen en cuenta que podrían realizar actuaciones para que grupos de jóvenes
interesados/as en estas actividades pudieran organizarlas por sí mismos/as con
la ayuda de su Ayuntamiento.
También
resulta bastante llamativo que la Administración compita con la poderosa
industria del entretenimiento juvenil, una lucha perdida de antemano, en donde en el camino se pierde mucho dinero y
con un objetivo superfluo y olvidable una vez acabada la acción.
Se
está tomando un camino, en mi opinión, peligroso que significa creer que a los
y las jóvenes sólo les interesa estar entretenidos/as a todas horas y que la
felicidad que se expresa en unas cuantas fotos de grupo, acompañando al/la político/a que visita o asiste a la actividad subidas a las redes
sociales, justifican acabar con el ya casi finiquitado término denominado políticas de juventud.
A
veces no distingo entre objetivos y actividades convocadas por asociaciones
juveniles o empresas de las que convoca la administración pública y eso no debe
ser muy bueno.
Mientras,
el INJUVE, órgano coordinador de políticas de juventud, hace lo de los últimos nosecuantos años: NADA.
La
verdad, no se para que necesitamos este órgano que ni coordina, ni exige, ni
marca políticas, sólo va a remolque del programa de moda de turno, estilo Garantía
Juvenil Made in Spain que, por cierto,
es un auténtico desastre.
Lo
que más me duele es que, por estas opiniones, mi trabajo como profesional se
está viendo afectado ya que algunos responsables políticos lo ven como un ataque hacia
ellos/as y no quieren verme ni en pintura cuando, en realidad, quienes están
haciendo un flaco favor a las políticas de juventud son ellos y ellas que las
están fulminando.
Mil
gracias a Ayuntamientos, Comunidades y Diputaciones que, a pesar de estas
opiniones, siguen contando conmigo para aportar y contribuir a que las
actuaciones y programas destinados a jóvenes no se conviertan en un recuerdo
del pasado sólo apto para nostálgicos.
Te has metido en un buen charco, eso sí: más razón que un santo. Ánimo.
ResponderEliminarTan grande como siempre, por suerte sigue quedando gente "incómoda" como tú, abriendo los ojos poco a poco a otros. Y ojalá consigamos que aumente el número de administraciones que cuentan contigo y con este estilo de hacer políticas de juventud. Ánimo y gracias
ResponderEliminarGracias Tomás, por tus palabras. La verdad es que lo que menos pretendo ser es incómodo, es justo al contrario: un profesional debe estar para ayudar a intentar cumplir los objetivos de aquellas entidades que le contratan, pero esto es como si pretendieran que un fontanero te arreglase el coche. Cada uno en lo que sabe. Saludos y gracias por darte una vuelta por aquí.
EliminarNo he leído el artículo (y suelo leerlos todos) hasta hoy cuando he visto en tuiter que ponías que te gustaría que esto pasase en Murcia. Yo trabajo muy cercano a una Concejalía de Juventud y te digo que es imposible. Desde hace unos años es lamentable lo que se está haciendo con el tema juventud en esta Región, sólo se salva Cartagena y también van de aquella manera. Lo de Murcia capital es ya para mear y no echar gota, los jóvenes cachorros gobernando los espacios juveniles y el opus haciendo actividades de ocio a punta pala. En la Región nadie sabe lo que hace este Director General (que antes era de los cachorros) salvo reunirse con todo el mundo para hacerse una foto y colgarla en las redes sociales públicas. En fin, un desastre. Lo curiosos es que es el mismo PP que hace unos años apoyaba otro tipo de proyectos y ahora sólo les interesa el ocio puro y duro. El resto de ayuntamientos no hacen nada, no tienen un duro y lo que tienen se lo gastan en tonterías diversas. Vaya panorama y lo más triste es que no hay nada que hacer. En fin, que si pudiera cambiar de trabajo lo haría y buena muestra de ello es que no puedo poner ni mi nombre en un opinión en un blog.
ResponderEliminarun saludo y espero seguir leyéndote.
Ay Murcia¡¡¡ La tierra en donde la política de juventud se hace a golpe de selfie y qué contentos estamos todos los jóvenes y qué felices con las actividades que nos preparan nuestros políticos, ya sólo falta cantar en la vieja factoría ia ia o a la vez que todos nos hacemos una foto.
ResponderEliminarLamentable, y yo tampoco pienso decir mi nombre, ni soñarlo. Estos lo controlan todo.
Salud.
Gracias, anónimos. Ante todo siento que creáis que os perjudicaría decir quienes sois por las posibles represalias, es un síntoma que viene sucediendo cuando escribo un post crítico y no es nada bueno ni para vosotros ni para la democracia. Efectivamente, la crisis parece que ha afectado más a la Región de Murcia que a la mayoría ya que en muchas otras Comunidades y Ayuntamientos se siguen poniendo en marcha iniciativas interesantes y no se ha llegado al casi cero como aquí.
ResponderEliminarSiempre he pensado que el buen político quiere que le hablen claro y que los técnicos están para proponer acciones que cumplan con los objetivos legales que marcan las distintas leyes de juventud. El problema viene cuando no hay objetivos, ahí no se puede hacer nada. Cuando todo es imagen no se necesitan profesionales de juventud sino especialistas en marketing y community manager para las redes sociales. Es una tristeza, sí, pero es lo que hay y nadie parece querer ponerle remedio, ni siquiera decirlo en voz baja. Es la realidad y hay que trabajar con ella y que cada uno haga su parte, yo intento hacer la mía.
Saludos y suerte a todos.
En mi opinión el problema no es tanto quién paga esas actividades sino si la administración pública tiene que convocarlas, sea el departamento que sea. Si alguien quiere hacer zumba que se pague un gimnasio y lo mismo vale para todo lo demás. Si es una empresa que lo convoque y se juegue sus cuartos. Siempre he creído que la administración está para otras necesidades más acuciantes que hacer bailes latinos, y por supuesto que me gustaría ver a políticos fuera de las redes sociales, pero no es posible ya que se creen que ellos son el centro del mundo y que lo realmente importante de esas iniciativas es que salgan en la foto, sino, tened por seguro que no harían nada.
ResponderEliminarAndrés J. Pérez.
Efectivamente, es una batalla perdida la tuya. Suerte.
ResponderEliminarGracias por los ánimos, y sí, es una batalla perdida.
EliminarMirad el servicio de empleo de cualquier comunidad y el puesto de Montitor de Zumba sale bastante a menudo.
ResponderEliminarGracias Miguel por tu comentario. Además, me parece estupendo, a ver si va a ser la nueva burbuja económica. Fuera de bromas, me alegro por ellos, de verdad. Lo único que insisto es que trabajen para departamentos de fiestas o deportes y que el presupuesto de juventud vaya para desarrollar políticas de juventud y no bailes, que insisto están muy bien, sí, pero en el lugar que le corresponde. Al final muchos jóvenes cuando les dices qué actividades juveniles quieren hacer sólo les sale lo que conocen y lo que conocen en esto. Saludos, Miguel y espero leerte pronto por aquí de nuevo.
Eliminar