Una año más,-gracias, de nuevo-, el Col·legi d'Educadores i Educadors
Socials de Catalunya me invita a participar en la IV
edición del Carnaval de Blogs que viene organizando con motivo del Día Internacional de la Educación Social.
En esta ocasión con el tema que figura en el
título y cuestionando si la educación social es asistencialista o empodera a las
personas para defender sus derechos y si realmente construye y garantiza los
derechos de las personas.
Desde hace algún tiempo vengo haciéndome una serie de
preguntas que imagino no serán sólo cosa mía y que muchos y muchas de los/as
que estáis leyendo este post os habréis hecho también en algún momento.
Preguntas sin orden, pero con un mismo sentido. En cualquier caso, las
comparto:
¿La Educación Social es asistencialista per se o lo es porque así lo desean quienes nos administran?
¿La Educación social es asistencialista porque así lo quieren
los asistidos/as?
¿Quieren usuarios y usuarias empoderarse o es un loable objetivo
nuestro?
¿Existen las condiciones, personales y estructurales, para
que los y las profesionales de la Educación Social empoderen a las personas que
utilizan nuestros servicios?
¿Sólo necesitan de la educación social las personas con
problemas?
Y, por último ¿Es la misión de la Educación Social defender,
construir y garantizar los derechos de las personas?
Esta, sí la tengo clara. Defender, sí. Construir, por supuesto. Garantizar, no. Esa función es del Estado, Comunidad Autónoma o Ayuntamiento, según competencias. La Educación Social no tiene la responsabilidad, para eso hay un gobierno y a él le debemos reclamar, que esa sí es nuestra función. Cada cosa en su sitio.
Y por último ¿Cómo defendemos y construimos los derechos de las personas?
No hace mucho, pensando en este post, hablé con unas cuantas personas conocidas que no tienen nada que ver con la E.S. ¿Qué crees que hace un/una educador/a social? -les pregunté-. Todas contestaron básicamente lo mismo: "son quienes ayudan a los/as necesitados/as". De educación, de derechos, de defensa y de construcción, nada de nada.
El mundo del tercer sector, donde la E.S. está (más antes que ahora) muy presente, asumió una carga muy pesada gestionando algunos servicios públicos a cambio de financiación, y cada vez quería más presencia y asumir más carga. Ahora, se han consumido esos servicios y andan más preocupadas, las ONG´s, de recuperarlos que la propia administración que parece que ya no es cosa suya ¿No los querías? Pues ahí los tienes, todos para ti. Resumen: el sector en crisis total y educadores y educadoras sociales temblando con perder el curro y en unas pésimas condiciones, en muchos casos.
¿Se pueden defender los derechos y construir sociedad mientras estás preocupado/a de lo que pasa con tu trabajo? ¿Puede alguien empoderar cuando tiene miedo?
Algunas ONG´s, no todas por supuesto, deberían preocuparse más por estas cuestiones que por ver de dónde se consigue una subvención o de si nos presentamos a un concurso público a tirar los precios y competir con empresas y multinacionales. Qué cosas: Hoy en un foro para defender derechos, mañana en la apertura de ofertas económicas de un contrato, de tú a tú con las grandes empresas, contribuyendo a restar dinero a un servicio público. Coherencia, de la buena.
¿Y quienes trabajan en la administración? Pues también llevan lo suyo. Posiblemente algo más de estabilidad pero con la baja moral que implica eso de hacer bien tu trabajo y, a cambio, que te bajen el sueldo.
La defensa de derechos y participar en la construcción de una sociedad más justa han de ir en el ADN de la E.S. y de educadores y educadoras sociales. También la lucha, como profesionales y como gremio, para que la administración garantice los derechos de todos y todas. Sin ese ADN ¿A qué nos dedicamos?
No debemos de olvidar que nos dedicamos a la E.S., educación al fin y al cabo, y que habría que tratar que esa imagen de que "nos dedicamos a los necesitados" (a mucha honra) es una parte de nuestro trabajo. También nos dedicamos a trabajar la educación en valores en infancia, adolescencia y juventud sin que necesariamente tengan problemas de primera necesidad ¿Qué mejor manera de construir comunidad que esa?
Últimamente, todos y todas tenemos una batalla para que educadores y educadoras sociales se incorporen a la vida de los centros escolares de forma plena, pero me da la impresión que seguimos haciéndolo con la boca pequeña y sin incomodar mucho, no vaya a ser que nos digan radicales ¿Qué estamos haciendo para que sea un clamor? ¿De verdad ésta es toda la fuerza que tenemos para defender una causa justa y que sería capital para la E.S. y, sobre todo, para muchos niños/as, adolescentes y jóvenes?
Desde que me incorporé a las redes sociales, observé que hay Colegios Profesionales del gremio intentando incorporarse a la vida social de su comunidad, haciéndose oír en distintos foros ajenos a la E.S., apoyando programas dirigidos a jóvenes, preocupados por la formación de sus colegiados/as en función de su trabajo y por la defensa de sus derechos. Sí, también hay otros con su tablón de anuncios y sus correos corporativos de avisos varios y formación a porrillo. Pero eso no es E.S., es una oficina de gestión.
Sin tener un gran aprecio por el funcionamiento universitario, si leo magnificas experiencias en la Universidad en asignaturas del Grado, docentes preocupados/as por formar educadores/as sociales haciéndoles conocedores de la realidad, de cómo funcionan las cosas e intentando que ese ADN del que hablaba, se transmita de la mejor forma posible.
Profesionales de la E.S. en administraciones u organizaciones que son referentes por su trabajo y por la transmisión que hacen de éste para todas aquellas personas que nos pueda interesar y que nos hace mejores.
Educadores y educadoras sociales, personas de carne y hueso, que construyen sociedad, que empoderan y se empoderan y que defienden los derechos de las personas.
Son a ellos y ellas a los que a mí me gustaría escuchar en un Congreso, no sólo en comunicaciones y talleres, en Plenario. De expertos y estudiosos ya tengo bastante ración (de discurso vamos bien sobrados), además, los puedo leer cuando quiera.
Lo que necesito es escuchar a profesionales que logran gestionar un buen servicio público, que realizan magníficos programas de intervención desde una entidad, que transmiten su experiencia a través de la red, que son respetados/as por la comunidad en la que trabajan, que han defendido con uñas y dientes los derechos de usuarios/as de un servicio o programa.
Cuando sea así, avisadme que voy con los ojos cerrados y los oídos bien abiertos.
¿Qué pasaría si de forma periódica reuniésemos a profesionales de la E.S. de distintos lugares alrededor de una mesa para intercambiar ideas, proponer metodologías y compartir conocimiento al resto y que estos, a su vez, se animen a proponer iniciativas? ¿Esa no es tarea de un Colegio Profesional?
A quienes tengáis ese ADN imaginario al que me refería, buen día de la Educación Social, sois quienes construyen esta profesión.
PD: Yo lo llamo ADN imaginario, la gran mayoría lo denomináis Código Deontológíco, dividido en un preámbulo, siete capítulos y una disposición adicional. Me quedo con lo del ADN.
En este enlace podrás leer todos los artículos que han participado en el Carnaval de Blogs.
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