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lunes, 29 de diciembre de 2014

Y van cien mil.

Pues sí, quién me iba a decir que dos años y medio después  de poner en marcha este blog iba a tener cien mil entradas. No sé si son muchas o no, a mí me parecen suficientes y he de agradecer todas y cada una de ellas.

Es tiempo de hacer un repaso de planteamientos, de no morir haciendo lo mismo y de analizar lo bueno y lo no tan bueno. Si tienes un ratito y quieres, me puedes acompañar.

Si pienso que el post más extenso que he escrito, “Una fórmula para trabajar con adolescentes”, ha recibido más de 10.000 visitas ya es para sentirme orgulloso y dar por buenos  los ratos dedicados a escribir.

Uno escribe para que lo lean, no para expulsar demonios, ni ajustar cuentas pendientes, ni terapias absurdas. Y puedo estar satisfecho.

Al principio, no tenía objetivo alguno salvo cubrir la pasión que siento por esta profesión de la que había decidido separarme un tiempo, después de treinta años de ir y venir. Me hacía falta perspectiva, alejarme. Y me ha sentado bien poner cada cosa en su sitio.

No tenía mucha idea de lo que significaba internet,  las nuevas formas de comunicación y me dediqué por entero a esa tarea. Y he confirmado lo que sospechaba: un mundo apasionante y que nos viene muy bien a las gentes de la acción social y de la educación.

Lo que sí tenía claro es que no quería artículos sesudos ni tardar días o semanas en elaborarlos, ya lo hago para otros trabajos. Quería pasión, rabia, provocación y hacerlo todo ya, como los tiempos que corren. También transmitir experiencias que creo que han sido muy reconfortantes para mí y que quería compartir.

Puede que algunas entradas te hayan gustado o te hayas identificado con lo que allí decía, puede que te hayan ofendido y también que otras las hayas visto ridículas. Cuando uno escribe su opinión para ser leída por otros ha de ser consciente de todo esto.

No hay ni un solo post en el blog que no haya sido escrito al tirón. Tras leerlos, siempre sabes que de un tema podrías haber dicho muchas más ideas o de otra forma pero, por mucho que prepares un artículo, no hay manera de que quepa todo.

Entonces ¿para qué calentarse la cabeza en algo que saliera redondo? No quiero la perfección, las ideas no son para ser perfectas sino para ser pulidas entre distintas visiones y de ahí saldrá algo aplicable, realista y certero.

También ha habido tiempo para la polémica con el post “Va por ti, estudiante de Educación Social” que ha tenido cinco mil entradas y más de sesenta comentarios, algunos muy críticos con el tema del intrusismo profesional (como si eso fuera lo más importante, lo que en sí mismo va contra la propia idea de la E.S.) pero lo doy por bueno porque una de las razones por las que lo escribí era para observar si había vida ahí fuera y aunque no es toda la que me gustaría pero la hay.

Soy un firme defensor de lo que significa la Animación Sociocultural y me la trae al pairo que esté encuadrada en una disciplina o en otra. Eso no es importante para la A.S., lo importante es que se siga haciendo y todavía haya gente que sepa lo que significa, su razón de ser. El protagonismo no es una de ellas, la vanidad no debe caminar por sus calles.

Por eso escribí con todo el cariño el post “AnimaciónSociocultural para no iniciados” y va por casi cuatro mil visitas pero la sensación que tengo deja un regusto amargo. De verdad que su redacción estaba pensada para gente que no tuviera ni puta idea de lo que va esto pero estoy convencido que estos no lo leyeron. Lo hicieron personas de la animación que viven cada día esos ejemplos sencillos que puse y que se sienten identificados con lo que  manifestaba pero contribuí a lo que tanto critico: a mirarnos el ombligo y sentir incomprensión de la sociedad. Seguimos sin saber cómo explicar lo que hacemos. Seguiremos buscando fórmulas.

Lo principal es que seguirá siendo  un espacio para la reflexión y el debate de ideas en donde seguiré aportando mi granito de arena como una opinión más que quiere ser leída por otros y que estos aporten, valoren, critiquen y, en definitiva, construyan sociedad.

Y ahora ¿qué?

Pues a profundizar en lo hecho. A seguir nuevos caminos y proponer nuevas acciones que contribuyan a reflexionar sobre la animación sociocultural, la participación social y, por supuesto, el trabajo con jóvenes.

Hay algunos temas que me interesan mucho para esta nueva etapa y que ya vengo un tiempo rumiando:

-   Aumentar la relación entre las distintas profesiones que trabajan con jóvenes.
-      Profundizar en metodologías de intervención con grupos de jóvenes, sobre todo en edad adolescente.
-      La participación como metodología y no como contenido.
-      El trabajo colaborativo y en red.
-      Adolescentes y drogas.

Una novedad: a partir de este mismo momento cualquier lector puede proponer un tema relacionado con la temática del blog y yo le daré mi punto de vista en un post, un matiz más para reflexionar, no para resolver nada. Sólo habrá que pedirlo a través del formulario del blog o de la web de trabajar con jóvenes. A ver qué sale.

También pondré en marcha una serie de diálogos grabados con gentes de la acción social y que creo nos pueden aportar mucho a todos y todas.

En este tiempo he encontrado a gente muy interesante con muchas cosas que decir y de las que he aprendido. Puede que sea lo mejor de esta aventura y espero que continúe así.

Cierro el año de buena manera: formación de educación para la participación a técnicos de juventud de Tenerife, compartiendo con el proyecto “Espabilamos” del Cabildo, ideado y ejecutado por Bencomia; poniendo en marcha proyecto formativo para profesionales que trabajan con jóvenes desde todas las perspectivas; escribiendo guía sobre el proyecto piloto de Garantía Juvenil en Cartagena realizado en 2014; elaborando artículos para la revista Aula de Secundaria de la Editorial Graó; formando parte del proyecto El Plan del Mono junto con otros profesionales de la organización de eventos…. Definitivamente, me ha sentado bien el parón para observarlo todo con una nueva mirada.

Ya he dicho alguna vez que las mejores ideas siempre se me han ocurrido cuando estaba hablando con otras personas. Cuanto más intercambio haya mejores ideas se nos ocurrirán a todos y si las mezclamos, ni os cuento.

Quizá sea la razón de que  a los poderes establecidos les guste tan poco eso de la participación y las redes comunitarias.

Probemos, a lo mejor hasta es divertido.


Gracias por estas cien mil visitas.

3 comentarios:

  1. Enhorabuena y espero que sigas adelante con el blog.

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  2. Sigo el blog desde hace tiempo y aunque en algunas ocasiones no esté de acurdo contigo he de reconocerte que los textos que he leído son frescos dentro del desierto en que nos encontramos los que trabajamos en juventud.

    Ánimo y te propongo que escribas sobre el funcionamiento interno de los departamentos de juventud.

    Miguel.

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