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martes, 7 de julio de 2015

¿Dignificar el tercer sector?

En mi admirada película El Padrino,  decía Vito Corleone: “Yo no me meto en lo que un hombre tiene que hacer para ganarse la vida”. Yo tampoco puedo criticar a tumba abierta a personas que se buscan la vida como mejor puedan, incluyendo aquellas que lo hacen a través de constituir entidades que están pensadas y estructuradas para asuntos de interés general.

No es la primera vez que escribo sobre este tema pero sí creo que será la última. Lo único que hago es ganarme enemigos desde el silencio porque la verdad es que nadie replica. Todo es como un silencio ominoso en el que todos callamos.

Para empezar, vamos a aclarar algunas cosas para los que no lo sepan.

Las diferencias entre una entidad sin ánimo de lucro y otra que quiera hacer negocio son dos fundamentalmente:

-      En unas no puede existir reparto de beneficios entre los socios y si existen esos beneficios han de reinvertirse en la organización (compra de mobiliario, contratación de personal, adquisición de recursos,…), mientras que en las otras sí, ya que están para eso: ganar dinero.

-      Mientras que unas tienen un carácter social y en beneficio de la comunidad, las otras tienen una óptica privada, sin que esto sea obstáculo para que esa empresa tenga adquirida una responsabilidad social corporativa y devuelva a la sociedad parte de lo que esta le ha dado, práctica todavía no muy extendida en nuestro país.

A partir de aquí, todo vale y le Ley de Asociaciones así lo establece.

Con la fórmula de constituir organizaciones bajo la Ley de Asociaciones de 2002, en donde un grupo de gente (o sólo una persona con la firma de amigos o familiares) hace acciones dentro del campo social para ganarse la vida, he conocido de todo, incluida gente muy preparada y con una vocación de servicio público que para sí quisieran muchos funcionarios,  pero también gente que la única razón es ahorrarse dinero y que nadie les controle, favorecidos por una desgraciada legislación. A ellos va dirigido este post (los que trabajan bien  y de forma honesta desde una ONG no tienen porqué sentirse aludidos y deberían ser ellos los más cabreados, por aquello de dignificar el mundo asociativo).

No voy a profundizar en cuestiones éticas ni de funcionamiento, este post sólo es para lanzar una serie de cuestiones  al mundo del tercer sector por si alguien me las puede resolver. Aquí van.

1   1. Hay más códigos deontológicos en el tercer sector que en todos los Colegios de Médicos del mundo juntos y a pesar de eso, observo (y he padecido) como organizaciones sin ánimo de lucro que licitan en contrataciones públicas en el ámbito social, presentan ofertas a la baja para competir con empresas ¿Eso no es quitarle recursos a los propios destinatarios del proceso en cuestión? ¿Dónde se aplica la baja? ¿A los sueldos de los directivos o al de los trabajadores? ¿Qué recursos previstos se les priva a los futuros usuarios de esas acciones y auténticos protagonistas? ¿Sometidos a las reglas del diablo mercado?

En un proceso que tuvo lugar hace unos años en Murcia, nos presentábamos diversas empresas, autónomos, asociaciones y multinacionales. Nos reunimos y quedamos que no podíamos quitar recursos al programa ya que iba en detrimento de los beneficiarios y por eso acordamos que nadie presentara baja al precio. Al abrir las plicas las empresas cumplimos nuestra palabra pero la multinacional y la asociación que se presentaba, no. Curioso paralelismo que he vuelto a comprobar en otras ocasiones. Quizás tenían miedo a competir únicamente con el proyecto presentado.

2. Cuando constituyes una asociación para ganarte la vida, con la firma de algún amigo o familiar que no van a intervenir para nada en la gestión de la asociación ¿No os resulta raro que se pueda falsificar tan alegremente un documento público, hecho que está tipificado como delito?

    3. Cuando una organización gestionada y compuesta por varios directivos que tienen una estructura profesional formada por personal técnico contratado, por voluntarios y por socios colaboradores ¿No os extraña que no se pueda ser socio de número de esa entidad tal y como marcan los estatutos de cualquier asociación? Haz la prueba, ve a una asociación de este tipo y diles que quieres ser socio de  número y verás cómo ni siquiera te informan del proceso que marca su propia norma para poder hacerlo. Raro ¿no? Ya sabes: si eres socio colaborador estás para pagar y/o echar una mano en un momento dado, pero si eres socio de número tienes voz y voto en los órganos y la posibilidad de elegir y ser elegido para los cargos que establezca el estatuto de la organización.

   4. Toda entidad sin ánimo de lucro debe de tener, como mínimo, dos órganos: la Junta Directiva, elegida en Asamblea entre los socios con voz y voto y la propia Asamblea, compuesta por todos los socios o un sistema de representación de estos (para cuando son muchos) ¿No se os hace raro que sean los mismos dos o tres socios los que compongan ambos órganos? ¿Dónde está la participación? ¿Podrían mostrar las convocatorias de Asamblea que tienen que hacer por mandato una vez al año?

     5.  ¿No os parece extraño que las organizaciones tengan cada vez menos socios de número pero más estructura? ¿La fuerza de una organización no está en sus socios? ¿La independencia económica de la administración no es una de las principales tareas de esas organizaciones y, por tanto, es indispensable una buena masa social para respaldarla? ¿Por qué, entonces, las entidades se preocupan más de pertenecer a estructuras más grandes que de dar facilidades para tener más número de socios?

 6.  ¿Estas entidades no tienen más socios porque la participación social es baja o porque la participación que ofrece no interesa a la gente que quiere participar en organizaciones?

   7.  Si me junto con un par de colegas de la carrera  y monto una asociación (aprovechándome de una legislación que no está hecha para eso) para ofrecer servicios ¿tengo más conciencia social que si montamos una empresa?

   8. Si monto un chiringuito de este calibre ¿tengo más puntos para gestionar programas públicos que si fuera una empresa, por proceder del ámbito social?

   9. Si puedo montar solo una asociación, aunque sea ilegal (falsificación de documento público) y ganarme la vida con ello ¿Soy un emprendedor?

Hace poco, decía en un tuit: “Uno de los grandes errores ha sido no separar el tercer sector económico con la participación en organizaciones. Aceite y agua”.

Sigo creyendo lo mismo: nada tiene que ver una asociación participativa en donde los socios tienen el protagonismo con un chiringuito exclusivamente puesto en marcha para obtener unos recursos con la excusa de que tenemos conciencia social. La misma legislación para ambas cosas sólo puede traer incongruencias, injusticias y silencios vergonzantes.

Y esa conciencia social no te la da una forma jurídica por sí sola, sino tu actuación y tu compromiso con los programas que desarrollas.

No, no os esforcéis. No sois sociedad, sois mercado. Y me parece muy bien, pero lecciones de ética ni una. Al menos, los que sí estamos cocidos a impuestos nos merecemos eso.


He trabajado mucho en el tercer sector y podría haber montado una asociación que me hubiera ahorrado muchos quebraderos de cabeza e impuestos, a la vez que poder presentarme a algunos concursos y subvenciones,  pero hay una cosa que se llama coherencia y por eso me hice empresario autónomo, pago más, sí, pero duermo con la conciencia muy tranquila y puedo hablar abiertamente de todo lo que hago, no sé si tú podrás hacer lo mismo. Y eso, si que no tiene precio.

7 comentarios:

  1. Ayyy la coherencia, que falta hace y que poca se ve en estos días...

    Suscribo lo que compartes. Yo he trabajado en el tercer sector, tanto en asociaciones, como en empresas de servicios, y además he sido socio voluntario en una entidad por más de 10 años, y la realidad que describes en Murcia, se da también en Asturias:

    Asociaciones que son empresas encubiertas y van a competir en concurso con empresas y empresas que gestionan proyectos que debieran ser llevados a cabo por entidades...

    En cuanto a lo que dices de las bajas en las ofertas, en mi humilde opinión, creo que es culpa de las administraciones, si yo quiero externalizar un servicio y convoco un concurso, como puedo definir que el criterio más valorado sea "la oferta económica más ventajosa" ahí ¿qué interesa un buen proyecto, o quién más barato me lo haga?

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  2. Como dice Pablo: si existe la posibilidad de pujar a la baja es porque se consiente y sí, repercute en la calidad del servicio y por tanto en los destinatarios.

    Saludos

    @mignesias

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  3. Gracias amigos Pablo y Miguel por vuestros comentarios. La administración va a lo suyo: ahorrarse dinero y parece importarle poco si eso va en detrimento de los destinatarios o de las entidades que licitan. Además, cuando se lo expones a algún jefe de contratación te mira como si fueras un marciano, para ellos es lo mismo licitar un concurso para atender a mujeres maltratadas que para echar pavimento a un trozo de tierra.
    La conciencia social se fue a la cuneta tanto para la administración como para muchas organizaciones y empresas que trabajan en este campo. Una pena.
    Un lujo contar con vuestra aportación a este blog. Un abrazo a los dos.

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  4. Cuanta razón tienes; yo sufrí como tu lo que estas contando desde la empresa que administraba. Nada nuevo bajo el sol... Pero yo si voy a poner un dedo en la llaga... Quien consiente esto es la administración y por lo tanto quien lo fomenta. Es llamativo que cuando contratas con la administración pública estés obligado al cumplimiento de la ley y la norma y sin embargo esta obligación no se exija hasta el fondo; bastaría sencillamente con pedir el acta de la asamblea donde se designan representantes, pero no como documento necesario en la licitación pues sería fácil falsear, pero a lo mejor si se podría pedir por sorpresa con carácter urgente.... es un ejemplo, seguro que existen otras posibilidades, por que, querido compañero, el funcionario SI sabe con quien está tratando... con el pirata... con el comprometido... con el coherente... etc. Suerte y mucho ánimo en tu camino. A mi ya me aburrieron hace tiempo. Saludos. Fon

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    1. Gracias por tu comentario, Alfonso. Pues sí, habría muchas formas de hacerlo pero como no se hacen existe el problema y no hay nadie que quiera ponerle el cascabel al gato, parece que el tema nos interesa a tres o a cuatro, ni siquiera a las propias entidades que sí funcionan y que no les importa que las metan en el mismo saco de piratas.

      Gracias por pasarte por aquí y espero que todo vaya bien.

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    2. En mi ciudad están naciendo iniciativas de este tipo a toda marcha y encima son modernas y tienen el respaldo del Ayuntamiento y de los más "in" de la ciudad. Unos amigos y yo montamos una cooperativa y vamos tirando pero cuando vemos montajes de este tipo de una o dos personas y encima apoyados por todos se nos retuercen las tripas y si dices algo es que eres malo y estás contra los emprendedores. Pues que todo el mundo lo sepa, si quieres ser emprendedor es fácil, delinque y todo arreglado que la administración y los modernos te apoyan.
      Indignados estamos con este tema.
      Saludos y gracias por sacarlo, al menos que tengamos el pataleo.

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  5. Lo peor de todo es que es tal el nivel de ignorancia que en muchas ocasiones ni ellos mismos saben que lo que están haciendo no está bien ¡Si los apoyan en la administración y los medios también¡ Eso de falsificar documentos se ve que no se ve tan mal después de lo que ha caído en este país. En fin.

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