He
asistido a numerosas Jornadas, Encuentros, Seminarios y Congresos relativos a
temas de juventud, participación social,
animación sociocultural, prevención de
las drogodependencias y también los he organizado. Echando la vista atrás creo
que he estado en más ocasiones en la “salsa de dentro” que sentado en la silla
de asistente y por tanto, en la
práctica, tengo algo que aportar en esta materia o, al menos, eso creo.
Hoy,
tuiteando hacía referencia a algunos aspectos a mejorar en estos eventos y me
han respondido dos tuiteros. Por un lado, Monserrat Sánchez (@SeraXX) comentaba
que los participantes en estos eventos no debían de olvidar a los usuarios de
sus servicios y que no faltara su punto de vista. Por otro, Marcos Bielba
(@marcosbielba) decía que había que contar más con gente joven que aportara
frescura con nuevas formas de pensar y nuevas realidades.
A
partir de aquí nace la idea de este post. Un análisis subjetivo y una
propuesta.
No
vamos a negar aquí la bonanza de estos encuentros periódicos de personas que
trabajan en un mismo campo. Lo absurdo sería no tener ningún espacio de mínima
coordinación entre gente que realiza su labor en un mismo ámbito y territorio,
por grande que sea éste.
En
general, no voy a meter todo en el mismo saco, este tipo de eventos está muy
institucionalizado dicha esta palabra con las peores connotaciones que cada uno
quiera llevarse a la boca. Y no sólo practican esta forma de hacer las cosas
las instituciones sino que otras organizaciones se contagian de ese espíritu y
reproducen el mismo esquema que han visto cuando van como asistentes (nunca
saldrá de mi boca decir que son participantes porque es falso).
No
es que piense que la institucionalización sea mala. Es mala la que hacemos
nosotros. Voy a intentar aclarar esto y otras cosas en unas líneas.
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Que
vaya el político de turno a inaugurar unas Jornadas realizadas por su
departamento o invitado por una organización que trabaja o colabora en esa
temática podría estar muy bien si eso de "su" representación popular se lo
creyera alguien. También podría mejorar que ellos supieran que nosotros sabemos
que, en la mayoría de ocasiones, no tienen ni idea del tema y saben menos del
asunto que todos los allí presentes. Y que lo que dicen se lo ha escrito
alguien que sabe o “mediosabe” del asunto, según sea del departamento o del partido.
También vendría bien que no vayan, se hagan la foto y se marchen a toda
velocidad. ¿Por qué no se quedan? ¿Qué mejor lugar para estar que con la gente
que trabaja lo que supuestamente tú lideras? ¿Y aprender de ellos? ¿Y que te
cuenten sus problemas y necesidades? Entonces, ¿qué carajo haces dirigiendo
políticas? Si supieran el descrédito que sufren ante los asistentes
seguro que irían a menos inauguraciones pero como se lo plantean desde un solo
punto de vista, el suyo, pues no hay nada que hacer. (Para muchos es un engorro
pero están convencidos que es lo que tienen que hacer, manda huevos).
-
Cuanto
más institucionalizado es más alejado está de los usuarios. He visto
ponentes y organización ir a comer a un lugar diferente del resto por razones
que todavía nadie me ha sabido explicar con un argumento medianamente solvente. Afortunadamente tampoco
son muchos (espero) que crean que la calidad de unas Jornadas es directamente
proporcional a que se realicen en el mejor hotel posible. En un congreso de
registradores de la propiedad me lo podría imaginar pero ¿de lo nuestro? En
fin. Ah, y la excusa esa de que sólo los grandes hoteles tienen capacidad para
albergar a una gran cantidad de gente vamos a dejarla ya porque hay otras
fórmulas, aunque no estemos todos juntitos, para ir a dormir y comer y de paso ahorrar
unos buenos duros. Ya somos mayorcitos y si hay que estar a las 9 en un sitio
se está y si no, a casa. Pero claro,
aquí no se echa ni al tato.
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En
este tipo de actuaciones en las que he estado presente, sin ninguna duda puedo
decir que cuanto menos ha estado institucionalizado mejor ha salido, más
participación efectiva y más contacto y comunicación humana ha existido. No
tengo que ver ningún estudio, lo he comprobado in situ en más de 50 eventos de
este tipo.
Y además:
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¡A
los Encuentros sólo vais a ligar y pasarlo en grande! Siempre me han dicho mis
amigos cuando les decía que me iba a Madrid, Barcelona, Gijón o México. Pues
sí, ¿y qué? Es un lujo poder compartir, con gente que se dedica a lo mismo que tu, los ratos de ocio además de los asuntos a tratar.
Nos comunicamos todo el año por teléfono o correo y ahora con las redes
sociales tienes querencia por gente con la que solo tuiteas y, la verdad, es un
gusto ponerle caras. También estamos acostumbrados a que nuestro trabajo no es
muy entendido por amigos y familiares y aquí sabemos que todos entendemos el
esfuerzo que hacemos y que está mal pagado y nada reconocido. Con lo cual,
dejadnos en paz.
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Y
entrando en el tema que más me gusta, la metodología, observamos que, en
general, no ha cambiado en los últimos…..bueno no ha cambiado desde que tengo
uso de razón. Esa costumbre nuestra que si algo salió bien una vez hace 54 años
hay que hacer siempre lo mismo. ¿La Piquer seguiría llevando el mismo baúl si
todavía viviera? Pues esto es lo mismo.
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Los
únicos cambios han sido producidos por las nuevas tecnologías que han
facilitado recursos. A veces confundimos los recursos con los contenidos y nos
ocupamos más del juguete que de lo que hay que introducir en el juguete para
que tenga sentido. Pero el hecho de que un evento de estas características se
pueda retransmitir para todo el mundo me parece simplemente maravilloso y puede dar un vuelco total a la celebración de
estos eventos.
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El
modelo ponencia y preguntas-respuestas puede estar bien y hay ponentes que se
lo curran y mucho. Cuando uno va a unas Jornadas de estas lo que quiere es que
el ponente le de pistas, recursos, ideas, observaciones de por dónde pueden ir
los tiros que él no es capaz de ver o no tiene tiempo para reflexionar. Si va a
escuchar algo que ya ha visto 459 veces en internet pues no le merecerá mucho
la pena. También, los ponentes deberían esforzarse en intentar garantizar que
lo que está diciendo llega en las mejores condiciones posibles al que está escuchando.
Estoy muy cansado de los “angustias”. Sí, aquellos que llegan, vomitan su ración de sabiduría de cuatro
paredes y se van con lo suyo y convencidos que son unos crack. ¡Muy bien, máquinas!
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Los
grupos de trabajo o talleres se suponen que son para trabajar algo de forma
práctica y coordinados por gente que está al pie del cañón y sabe lo que dice.
Pero rara vez tiene alguna repercusión en nada que no sea el papelico de conclusiones final que se
queda en el cajón de alguno de la organización y que tarde o
temprano preguntará ¿Oye, qué hacemos con esto? Aquí todo dependerá de
la destreza del ponente para que los asistentes se lleven un trozo de
experiencia que les sirva y motive en su trabajo diario.
Y la propuesta.
-
Si
los políticos apoyan, bien. Pero si no asisten a las Jornadas que no vayan por
allí, si quieren foto que se la hagan fuera, debajo de una pancarta. Si hombre,
de esas que valen 700 € y van a la
basura cuando acaban los actos. Nos ahorraremos tiempo y podremos ver otras
cosas antes que a un señor o señora diciendo palabras huecas. Y si asisten, son
un igual. No tienen ni idea con esa manía suya de separarse de la gente el daño
que se hacen a ellos y a la democracia.
-
Ponentes,
sí. Pero garantizando que su discurso no es un peñazo. No estoy hablando de
leer antes lo que va a decir, se supone que tiene un prestigio por algo, pero
sí que garantice las herramientas que va a utilizar para conseguir que su
discurso actúe e interactúe con los asistentes. Quién no tenga habilidad alguna
para la comunicación debe de quedarse en su despacho y seguir contribuyendo a
la causa en aquello en lo que realmente está preparado.
-
Convertir
a los asistentes en participantes. Han de ver el evento como algo suyo y no
como si estuvieran allí de invitados a tragarse un programa. Hay muchas
fórmulas y no sólo las de rellenar mil formularios antes de ir a las Jornadas.
Aquellas que son estables pueden encargar, de un año para otro, a grupos
reducidos de técnicos de procedencia geográfica similar, la preparación de un
tema que luego tendrán que desarrollar, facilitando las reuniones por
supuesto ya que muchos Concejales (no todos afortunadamente) no los dejarían ni
les pagarían el día que se fueran. Tampoco me lo han contado: técnicos quedando
en fin de semana en una ciudad cercana para preparar algo y pagándose todos los
gastos.
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Si
los que van pertenecen todos a un mismo gremio es una tomadura de pelo que no
tengan espacios para reunirse y hablar de problemáticas concretas y comunes. No
todo se puede hacer por teléfono o vía redes sociales.
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Otro
aspecto a tener en cuenta en estos eventos y tomando como referencia el punto anterior, es que sería
interesante que existieran espacios para contrastar dichos problemas comunes que
previamente han enviado a la organización para que un grupo de expertos
trabajen con ellos durante el evento y entre todos lograr una estrategia común
y que conlleve un seguimiento. Parece que sólo hay expertos en darnos un truño de
discurso teórico y los hay también, y muy buenos, en el arte de resolver problemas.
Si lo dudáis os elaboro una lista de 50 personas en España capaces de hacerlo
y, sin duda, que habrá muchos más que no conozco.
-
Y
para finalizar y que este post no se haga más largo de lo que ya es, tengo que
decirlo, si no reviento: los recursos metodológicos (ya sabéis, las transparencias,
power point,….) sólo son útiles para facilitar la comprensión a los usuarios de
lo que estás diciendo, si lo haces como apoyo tuyo o para quedar bien porque si no llevo tecnología no estoy a la última,
merecerás un auditorio dormido como si antes de empezar hubieras repartido
valium para todos.
Ahora, si lo deseáis, es vuestro
turno para proponer e intentar construir algo, aunque sólo nos enteremos unos cuantos.
PD: Se están haciendo muchos
encuentros de técnicos en distintas disciplinas en este país más que
interesantes, sin muchos recursos,
pagándose cada uno lo suyo y con unos resultados y experiencias humanas más que satisfactorias. Sólo habría que copiarlos, pero ya se nos ha olvidado hasta eso.
Hola, solamente he asistido a dos Jornadas de temas de trabajo social y ambas han sido exactamente como describes en el peor de los casos. Lo que más me ha llamado la atención ha sido que parecía que lo más importante era esperar a la política de turno a que hiciera la inauguración. En uno de ellos, viendo que no venía empezamos con la primera ponencia que hubo que cortar a la mitad para que aquella buena señora pudiera hacerse unas cuantas fotos. Y también lo de los ponentes, sobre todo uno que soltó un rollo de 50 minutos hablando entre dientes y sin nadie que comprendiera nada. ¿No podrían pedirles algo de profesionalidad?
ResponderEliminarGracias por este espacio.
Saludos desde Valencia.
Raquel Martínez
Gracias, Raquel. A mi también me ha parecido eso una falta total de respeto ya que haces ver que lo importante ahí no son los asistentes ni los contenidos sino que alguien vaya a hacerse una foto. Y, por otro lado, también te digo que si alguien va y se tira una hora hablando para sí mismo sin importarle nada la gente que hay allí, lo normal sería que nos levantáramos y nos fuéramos. Les tenemos un respeto que ellos no tienen por nosotros.
EliminarSaludos y gracias por tu comentario.
Buenas. Parto de la base que alguien puede saber la leche de un tema pero no sabe enseñarlo o trasmitirlo a los demás. A éstos se los paso porque ves que ponen interés aunque tú te aburras.
ResponderEliminarDespués vas a alguno que está una hora (en el mejor de los casos)y se dedica a pasar powerpoint y a leer textos. Se ahorran más pasándonos el material y ya está. Sé leer.
Pero los peores, para mi, son los que intentan vender una vertiente pedagógica como si fuera el no va más y dejando al resto de inservibles. Y de paso, LO JURO, vendiendo el libro de el/la ponente. La pasta que debió costar traerlo desde otra ciudad, alojamiento, etc... para unos pocos interesados.
Mi propuesta, que no descubre nada nuevo, es que los ponentes no tienen que ser catedráticos (o sí)y sí más gente de "campo" con unos pequeños conocimientos de formación pero que tampoco hay que tener un Master. Haciendo las jornadas más dinámicas y dejando un espacio para la aportación de las personas que acudan y que éstas no se vean excluidas sólo por ser educadores/as rasos y no tener el pedigrí profesional del ponente.
En algunos casos se hace, no digo que no, pero se tiende a la excesiva estructuración de estos eventos.
Pienso sinceramente que si en un cartel (baratito) pones: "Tal Educador/Tasoc/Animador con experiencia realiza jornadas de formas de trabajar en... Casos prácticos" van a acudir más trabajadores que en uno que diga: "Sir Yosoylapanacea" que estudió en Oxford viene a realizar un congreso" Que sí, que aprendes mucha teórica pero luego tú tienes que coger lo que te sirva y el resto lo tiras a la basura.
Bueno, siempre suelo desviarme del tema tirando para mi caso.
Un saludo, Juan y a tod@s.
Miguel
@mignesias
Gracias, Miguel por tu comentario.
EliminarSi te das cuenta luego son los mismos ponentes dando la misma ponencia por todo el país. Parece como un circuito. Creo que tampoco investigamos lo suficiente cuando se organiza una actuación de este tipo para ver el mejor ponente posible según los contenidos y objetivos. Que hayas hecho el mejor estudio sobre alguna temática no es una licencia para comunicarlo ante profesionales si no tienes las capacidades y la empatía para hacerlo.
Pero no debemos olvidar que también hay gente fantástica dando ponencias por esos mundos y que su principal preocupación es que los contenidos sean motivo de distintas opiniones, debate y motivar al personal.
Esos son los que interesan.
Como siempre, gracias por darte una vuelta por aquí.
No he tenido el placer de asistir a ninguna conferencia o ponencia de Funes, Enrique Martínez o Barudy, por ejemplo, (que son los que ahora tengo más cerca) y no me importaría escuchar durante dos horas sin decir nada. Más que nada porque "hablan mi idioma". Eso es lo que quiero decir: Si el ponente es una eminencia no me importa ser oyente mientras yo conecte con lo que está diciendo con mi realidad.
ResponderEliminarEs como mi tiempo libre: si la película me gusta yo sólo me dedico a mirar, a escuchar y a conectar con ella. Si no, me voy a jugar al fútbol que por lo menos participo.
Saludos
@mignesias
Hola de nuevo, Miguel. Esa misma reflexión que haces es la que deberían hacer todos los ponentes que van a dirigirse a un grupo de personas. Parece tan fácil....pero por alguna razón que no adivino a saber cada vez están más alejados de la realidad. Sí, imagino que puede ser el mismo entramado mental que tienen algunos políticos, que lo importante del tema son ellos y no el personal.
ResponderEliminarSaludos.
Hola de nuevo Juan:
ResponderEliminarInteresante este tema que escribes en tu blog. Hace tiempo que con los cursos, conferencias y talleres hago como cuando voy al cine a ver una película, NO ME ARRIESGO. Cuando decido formarme, ya sé a quién quiero escuchar, porque me garantiza que va a ser productivo. Con esto doy la razón a Miguel, voy a escuchar y a aprender de la gente que sé me puede aportar y normalmente acierto. Por otro lado, quería comentar mi primera experiencia como docente de un curso que pude impartir a principios de este año y como tal, puedo deciros que para mí lo más importante fue compartir mis experiencias más que las teorías (aunque también sean necesarias) y sobre todo dirigirte desde la humildad, cercanía y respeto.
Un abrazo.
Gracias, Carmen. Efectivamente cuando te pones delante de un auditorio vas a hacer un intercambio y quieres que se produzca el hecho de la comunicación. Si esto te importa un pimiento, además de un fraude, es que no vales. Sencillo y claro.
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