Con
este título tan horrible comienzo este post de reivindicación de lo que no
puede ser evaluable y contra esa vorágine de lo medible en todo lo que se refiere
a las disciplinas sociales. He llegado a pensar que esa corriente de que lo que
no se pueda evaluar no existe, por lo único que está es por mantener un puesto
de trabajo y no en lo que debería pensar y lo que es su razón de ser: el destinatario
de nuestras acciones.