¿Soy
educador social? En primer lugar, nadie debería ser una profesión, una persona
es algo más de a lo que se dedica. En segundo lugar, parece que no, ya que ni
he hecho la diplomatura o el grado correspondiente, ni quise habilitarme en su
día.
Me
dedico a la animación sociocultural desde hace treinta años aunque ya no me
termina de convencer la palabra animación que nos ha traído más problemas que
beneficios. Me inclino ahora por utilizar el término Activación Sociocultural.
No es nada importante esto de buscar nombres nuevos, es sólo un divertimento
pero no sé por qué creo que se ajusta más a lo que he hecho.
Animador
Juvenil, Sociocultural, Director de Tiempo Libre y no sé cuantas gaitas más.
Total: unas 2000 horas de capacitación de cuando el INEM daba los títulos. A
eso añadiré las más de 3000 horas de
formación que he dado como ponente en temas de animación sociocultural y
formación en educación no formal (otro vocablo horrible). He participado y
dirigido proyectos en temas de juventud, prevención de drogodependencias,
igualdad entre hombres y mujeres, cooperación internacional, participación
social y alguna que otra cosa más que ni recuerdo.
He
leído textos que dicen que no puedo ejercer la profesión porque no soy educador
social.
Hace
tiempo, cuando se constituyó el Colegio de Educadores Sociales de la Región de
Murcia se dio oportunidad a todos aquellos que habían ejercido la profesión de
poder habilitarse. Fue estupendo para muchos buenos profesionales a los que
animé para que lo hicieran. Yo no lo hice. No soy educador social porque no
tengo el título. Además, si pudiera elegir un nombre para mi profesión sería el
de dinamizador social, de lo cual ni hay Colegio ni encuentro grado alguno en
donde todavía pueda estudiarlo.
Pero
mi cercanía a la educación social es grande ya que es lo que más se parece a lo
que hago y el lugar donde puedo aportar
y aprender más; claro está, en el marco de los compartimentos estanco que existen
y en los que hemos convertido la educación que debería ser un proceso multidisciplinar
de estímulos.
Parece
que la animación sociocultural es una parte más de la educación social y así se
trata en los temarios correspondientes. La verdad es que eso me da igual: dónde
esté ubicada, cuántas horas le dediquen en el currículo y la defensa de sus
profesionales. Era animador o “activador” antes de hacer el primero de los
cursos. Uno sabe lo que le gusta sin tener que esperar un diploma y más en
estos trabajos. Las razones administrativas vinieron después, después de mucha
lucha y todo lo que se suele decir en estos casos, aunque durante todos estos
años no he visto a nadie que pusiera en
peligro su trabajo por defender la profesión de educador social. Los habrá, yo
no les conozco.
Está
bien el hecho de defender a los profesionales que se agrupan en una labor.
Además, con los tiempos que corren siempre es mejor estar unidos por lo que
pueda venir. Lo que tengo más dudas es que se defienda a la profesión.
Los
profesionales se pueden defender, tienen herramientas y canales para ello, la
profesión no. Depende exclusivamente de la voluntad del conjunto de personas
que trabajan en ese ámbito. La profesión son los profesionales y cuantos más y
mejores profesionales tengamos mejor será eso que llamamos “la profesión”. Y
perdón por las continuas repeticiones.
Para
ello, y no sólo para nosotros sino para el conjunto de todos los que se llaman
educadores, es imprescindible que también comencemos a abordar otras temáticas
más problemáticas. No hablemos más de cómo está la profesión, hablemos de
nosotros, en concreto, sin abstracciones, sin miedo.
Sólo tendrán miedo
aquellos que saben que no cumplen con su parte. El que lo haga de forma honesta
y diligente, sabe que no tiene nada que
perder.
Empecemos
a arbitrar un sistema de evaluación de los profesionales y aquellos que no
valgan para esto que se vayan a su casa, tengan 1 título, 16 certificados o lo
sepa todo de oídas. Para mí, los títulos no son importantes pero entiendo
que para otros, la inmensa mayoría, sí.
Los que me seguís ya habréis leído la frase de un
profesor amigo que le dijo a un compañero: “yo no estoy aquí para dar la cara
por ti, estoy para partírmela por mis alumnos”. Pues esto es lo que no debemos
de olvidar, para quién trabajamos y por qué elegimos esta profesión.
Los
Colegios de Educadores Sociales tienen relativamente, la mayoría, una corta
vida. Esto quiere decir que lo primero que se suele hacer es atiborrarse de
normas, querer ser importante mirando hacia dentro, intentar hacer una
estructura fuerte y defender tu limitada parcela de actuación con uñas y
dientes.
Con la experiencia adquirida y viendo el panorama hay que dar un salto más
allá. Debemos ponernos a eso de dignificar la profesión a través de la ética, con
códigos deontológicos claros, concisos y duros con nosotros mismos. Debemos dar
ejemplo y exigirnos y para ello sería importante empezar a adaptar los planes
de estudio a la realidad de lo que hay, que nadie se pusiera a trabajar delante
de un grupo de jóvenes, mayores, mujeres, niños…sin haberlo hecho durante un largo
tiempo durante la carrera, abrir las ventanas de los departamentos
universitarios y que entre el aire, imponernos un sistema de evaluación
riguroso con un órgano capaz de mandar a un educador o profesor sinvergüenza a
su casa. Eso sí que es dignificar la profesión.
De
todas formas no es mi intención cargar tintas contra los Colegios
Profesionales, bastante tienen. La idea es que los CC.PP. no son nada sin sus
miembros y son estos los que deben dar los contenidos y la exigencia al
Colegio. Para ver esto, aquellos que
pertenecéis a estas estructuras sólo tenéis que ver las propuestas que
os han llegado de los asociados en el curso pasado, por poner un ejemplo. Ese
es el verdadero estado de la entidad y un buen comienzo para trabajar.
Como
decía antes, creo que los Colegios Profesionales son necesarios pero también
que ellos mismos deben de encabezar una segunda fase de actuación basada en el
profesional y no en los profesionales y, por supuesto, en nada que tenga que
ver con eso llamado “la profesión”.
Para
terminar, un epílogo con tres historias sobre el intrusismo profesional. No
todo lo que vas a leer tiene porqué ser de tu agrado. Está bien que de vez en
cuando oigamos visiones, matices diferentes. A mí, al menos, me gusta.
- He contratado y trabajado con
gente joven recién titulada que han actuado con mucha voluntad de
aprendizaje y que lo primero que me decían es que nada de lo que estaban
haciendo lo habían visto en la universidad. No, no trabajaban de herreros.
Lo hacían en localidades medianas y pequeñas y su trabajo era contactar
con jóvenes, hacer grupo y, a través de metodologías participativas,
propiciar su compromiso social con el entorno ¿Por qué tengo que hacer una
función que debería hacer un profesor universitario? Entonces
¿qué pasa? ¿No le doy el
trabajo porque no tiene experiencia y a mí no me da la gana de formarlo
con cosas que deberían ser básicas? ¿exijo parte del sueldo al profesor
que debió formarlo? ¿A qué colegio profesional les digo que se inscriban?
¿Por qué han hecho un convenio en el sector del tiempo libre en donde los
pagos a profesionales son una miseria? Y Si creo que tengo que pagarles
más ¿me denunciarán por ello los sindicatos que han firmado ese convenio?
- En la etapa de NTIC que estamos viviendo son muchos los
jóvenes estudiantes que manejan mejor las herramientas tecnológicas que
muchos de sus profesores, tanto en el instituto como en la universidad.
¿Qué hace ahora mismo un educador que trata con jóvenes sin conocer los
medios tecnológicos? ¿Es un intruso? No, sólo alguien que no debería de
estar ahí.
- Hace 7 años. Se estaba llevando
a cabo un programa experimental de educación para la participación en diversos
institutos de la Región. Como actividad complementaria, se daba la
posibilidad a los profesores del centro de dar unos materiales e incluso talleres para
que conocieran nuevas metodologías de intervención con jóvenes aplicadas a
su trabajo. Se convoca el consejo pedagógico del centro (o algo así) y me
citan para que hable con ellos. Asisten 21. De ellos, cinco me miran
mientras hablo, cuatro leen el periódico frente a mí, dos salen a los
cinco minutos y no vuelven, tres repasan unos libros, tres más se
levantan, se preparan un café y se ponen a hablar durante mi intervención
y no se llegan a sentar; otros dos miraban perplejos el espectáculo, los
últimos dos no saben no contestan. Sólo hubo dos preguntas: una, sobre si
esto les iba a llevar más tiempo y cómo se lo iban a compensar y la otra, sobre si me mandaba la Consejería de Educación o no. Después de cuarenta
minutos hablando para cinco personas, cuando salía por la puerta, un
profesor me detuvo y me dijo si podía enviarle todos los materiales a los
que me referí en la reunión pero que, por favor, no le comentara a nadie que me los había pedido.
Al
coger el coche pensé que había estado con un montón de intrusos y sólo pude
desear que si alguna vez tengo un hijo no se encuentre a ninguno de esos en el
camino.
No sé si te van a caer por todos lados, pero yo desde ya, rompo una lanza y mil a favor de tu opinión.
ResponderEliminarLa parcelitis es mala, siempre digo lo mismo, un perfil social, va más por lo voacacional que por lo curricular... Ole y ole por esta entrada.
Lo único que no comparto es lo de animación. Si nos ceñimos a la etimolgía (anima en latín) es dar vida, ¿dar vida a los sociocultural? me parece precioso ;)
Gracias, Pablo por tu opinión que como siempre valoro. Tienes razón en lo de animación pero a veces me dan crisis de tanto usarla durante tanto tiempo.
EliminarUn saludo.
Más de 30 años en ASC, se te permiten bajones jeje, pero solo para coger aire.
ResponderEliminarYo llevo 7 años, y eres el espejo en el que me miro. Espero dentro de unos años cansarme de vez en cuando del término animación, por llevar taaanto en ella ;)
Que gran articulo. AL igual que tu llevo con eso de la ASC, la educación de calle y demás palabros asociados rondando por mi mente desde hace ya muchos años, algo más de 20.
ResponderEliminarMe inquieta ver que aún hoy la palabra animación todavia nos da reparo usarla a nosotras mismas, esas personas que creen en ella, ya que nos asusta un poco como la perciben las demás.
Es cierto que debemos reciclarnos, aún yo mismo que comence tratando de mezclar ordenadores y lo social, en tiempos donde un 286 era una proeza, donde una simple sega megadrive era un objeto de captación para un local con menores en un barrio era un lujo que nos ayudaba tanto o más que el denostado balón de reglamento. Y todavia estamos en muchos lugares con formaciónes que no incluyen las TIC y las nuevas formas de relación de nuestros infantes y jovenes.
Es cierto que en lo social debe primar el trato y contacto humano, el trato persona a persona y tratar de crear relaciones humanas en nuestro entorno que favorezcan un desarrollo comunitario. Pero creo que es muy erroneo obviar que ahora mismo un lugar de contacto con esas personas significativas en la comunidad puede darse a traves de las redes sociales y otros espacios virtuales.
En cuanto a lo de los colegios prefesionales y demás, para no extenderme ya más de lo que aqui he dejado, creo que simplemente pueden servir para que no exista intrusismo "profesional" para conseguir un trabajo de lo que nos hemos formado de lo que llevabamos mamando años, de lo que queremos dedicarnos ademas de lo que somos para sacarnos unas perras ahora eurillos y que no tomen nuestras plazas otros perfiles.
NAda más. Espero que esta reflexión nos ayude a divagar y abrir aún más esta conversación.
Un cordial Saludo
ISrael
Muchas gracias, Israel. En definitiva creo que es trabajar en la esencia de las cosas y no en los adornos. Ya hemos perdido bastante tiempo mirándonos al ombligo y creo que hay que dar un paso adelante. Ese paso será diferente para cada uno, yo me inclino por la ética, el ejemplo pero pueden existir otras rutas. Sólo hace falta que aparezcan muchos de esos caminos y que al final lo mezclemos todos para hacer el que es necesario.
EliminarSaludos y espero que puedas seguir dejando tu opinión en el blog cuando quieras.
El maestro Joaquim Franch, allá por el 1985, dijo:
ResponderEliminar“En momentos como el presente, en el que todo el mundo habla de muchas educaciones, tantas que cuesta recordarlas, es importante plantearse si existen múltiples educaciones o si solo hay una, que cuenta con una diversidad de procedimientos y una matización de las finalidades que persigue, según el momento de la vida del educando en el que incide.
Si se asume que existen muchas educaciones es que se tiene más presente aquello que hace el educador que lo que hace el educando. En cambio, si se pone al educando en el centro de la consideración del problema, el proceso educativo se concibe como único y como una experiencia global vívida en ámbitos diversos”
La traducción del catalán es cosecha propia.
Gracias, Enric. No conocía el texto pero después de leerlo es un lujo que esté en estas páginas ya que hace este pequeño espacio algo más grande.
EliminarGracias también por la traducción. Saludos.
Muy buen post.
ResponderEliminarEn mi caso, te comentaré que en Castilla y León los educadores sociales tenemos poca visibilidad dentro de las instituciones y también en la universidad. Los trabajadores sociales nos han "comido terreno"; hasta tal punto, que hace unos años la asignatura de ASC querían que fuera competencia de los Trabajadores Sociales y no de los Educadores Sociales.
Respecto a los Colegios Profesionales, el de Castilla y León se manifestó hace unos años para que los Educadores Sociales pudieramos acceder a los CEAS. En mi opinión, el CCPP no hace nada por los educadores sociales, ni si quiera se preocupa de cuáles son sus intereses, y qué necesidades tienen. Sería mucho más productivo preguntar a los educadores sociales sobre qué necesitan para que su formación sea una formación integra y pueda desempeñar su labor de forma eficiente. Nunca he escuchado a los CCPP preocuparse por el empleo público de los educadores sociales, oposiciones a las cuales pueden acceder cualquier tipo de profesional educativo, mientras que los educadores sociales sólo podemos acceder a las específicas.
Y por último, que no me quiero extender mucho más, las TIC forman parte de nuestra sociedad y la educación social tiene que estar unida a las TIC también. En esta sociedad global, es imprescindible que un adolescente conozca qué datos pueden aparecer en internet, qué uso puede hacer de éste o incluso de qué recursos puede disponer.
Un saludo.
Gracias, Marcos. UFF hay tanto por hacer. En cualquier caso, los CCPP son de quienes los forman, no es una entidad abstracta compuesta por entes de otro planeta. Somos nosotros mismos los que les damos el giro que tienen. Si pasamos de ellos, estaremos pasando de nosotros, si no nos gustan, cambiémoslos pero me temo que esto es una rueda más del engranaje de pasividad y hastío en que estamos metidos. En fin, habrá que empezar por algo y debatir sobre ello nunca puede ser malo. Gracias por pasarte por aquí y espero que no sea la última vez.
EliminarBuenas y Feliz Año a tod@s
ResponderEliminarMe gusta más "Acción Sociocultural"
Pero bueno, al tema.
Desde mi punto de vista, cuando me refiero a intrusismo me refiero a las profesiones que nada tienen que ver con lo que trabajamos. En mi equipo hay Tasoc, pedagogos, edusos, psicólogos... Hasta ahí bien porque enriquece el mismo grupo y por tanto a la gente con la que trabajamos. Pero, como expliqué en alguna ocasión, hay algunas "reglas del juego" que es donde yo digo que está el intrusismo: Licenciados en filosofía, de música, informáticos, filóloga inglesa, etc. han sido compañeros míos estos años. Alguno de ellos buenos educadores porque un buen porcentaje de nuestro trabajo no lo lleva el currículum sino el cómo somos. Pero insisto en que tiene que haber unos límites porque yo, por ejemplo, no me voy a dar clases de filosofía, inglés o informática. Me llamarían intruso.
Pienso que tiene que existir unos mínimos. Para mí, los perfiles que he citado que son los de mi equipo actual, junto a los de ASC y otros que me dejo, no son intrusos. Ni mucho menos.
Cuando estudiaba Eduso, tenía un compañero que llevaba 25 años trabajando en una asociación juvenil y estaba habilitado como eduso pero le hacía ilusión tener la diplomatura. Lo dejó el primer año. ¿Qué le voy a enseñar a esta persona? ¿Qué va a aprender en la universidad?
Yo que era, y siego siendo, un mindundi aprendí poco en la universidad (casi no me acuerdo de nada. Sobre todo porque los métodos que se utilizaban en ese momento ya están obsoletos y me tengo que ir actualizando cada día. Sólo saqué cosas de las prácticas.
Nada más, que ya me desvío.
Un saludo
@mignesias
Gracias, Miguel por tu comentario y tú lo has dicho. Cuando se nos llena la boca al hablar de equipos multidisciplinares consiste en eso, gente de diversas profesiones juntos e intentando intervenir en una situación. No consiste en 10 educadores sociales o de otro ámbito mirándose el ombligo. Lo de la universidad es otro cantar. Aunque conozco y he descubierto en las redes profesores que lo intentan todavía hay mucho aire encerrado, mucha puñalada y mucho impostor en esa institución. En fin, como tú dices iremos aprendiendo día a día juntándonos con buenos profesionales que nos descubran cosas.
EliminarSaludos.
¡Hola!
ResponderEliminar¿Y si resulta que ahora estamos ejerciendo de "coach" sociales? No será por escasez de términos para llamar a una misma cosa tratando de hacerla "nueva" cada vez... Muy de acuerdo con tus reflexiones, Juan, enhorabuena por el texto. Yo tampoco soy educador social sino trabajador social y me he dedicado a la ASC, ¡menudo atrevimiento! Se supone que yo tendría que haber estado encerrado en un despacho tramitando expedientes de ayudas sociales o quizás planificando programas sin pisar el terreno... Evidentemente nada (y mira que "nada" es "poco") de lo que aprendí en la carrera me preparó para ejercer en la ASC. En fin, me sumo también a la observación de Pablo: tanta "parcelitis" nos aleja de la realidad de las personas con las que trabajamos, que normalmente requieren la acción de un profesional que esté preparado para ofrecer y canalizar opciones (nada que ver con "solucionar", claro está) ante distintas necesidades.
Bueno, solo dejar estas ideas sueltas. Espero seguir comentando más a menudo ;-) Un abrazo fuerte - @garciavaso
Ay Antonio¡¡ Tanto batallar para que ahora alguien nos diga impostores. ¿Cómo arreglamos esto? Me temo que es difícil porque no es una cosa de los colegios profesionales sino de la parcelitis que hablaba Pablo en todos los sectores. Cada uno tenemos nuestro cortijo y queremos hacernos fuertes en él, poner una buena tapia y que nadie ose saltar y no ponemos concertinas de esas porque quedaría feo. No es un problema de las instituciones, ni de colegios, es un problema humano, de nosotros, personas de carne y hueso pero no hay manera de ponernos de acuerdo.
ResponderEliminarGracias y espero que todo vaya bien en tu nueva aventura. Ya me contarás. Un abrazo.
Hola trabajar con jóvenes, soy un técnico de juventud de un pueblo mediano y estudié relaciones laborales e hice un curso de monitor de tiempo libre hace tiempo y descubrí que era lo que me gustaba. Acabé aquí porque de los que estábamos en el pueblo yo era el que más experiencia tenía en temas de animación y llevo ya tres año y haciendo un trabajo que creo bueno. Me interesé por hacer educación social y cuando vi el temario no me interesaba ni me servía para el curro el 90%. ¿Tengo que hacerlo por narices para trabajar si no me va a reportar nada? Esto está muy mal montado y terminamos pagándolo nosotros.
ResponderEliminarComo en otras ocasiones que hice comentarios en tu blog no voy a decir mi nombre pero te sigo.
No tengo ningún problema si no lo firmas pero en adelante creo que es mejor que te inventes un pseudónimo y así me podré dirigir a tí de otra forma que decirte eso de ¡Hola Anónimo! En cuanto a lo que dices, no te preocupes, muchos de los técnicos de juventud que conozco están en la misma situación que tú y, la verdad, no creo que llegue la sangre al río. Saludos.
EliminarMucho tema para un solo post, Juan.
ResponderEliminarIgualmente, como siempre, encantado de leerte y de que compartas tus opiniones. Seas lo que seas.
Y de acuerdo en todo lo que dices. Hace tiempo que decidí, siguiendo tus consejos, no respetar a quien no respete la profesión (de educador/a).
También decidí hacer la revolución, desde la clase, cada día.
Por otro lado, a mi me gusta pensar que hago intervención socioeducativa, y me encanta pensar que de vez en cuando soy animador sociocultural.
Un abrazo.
No dudes que la revolución que haces es la más importante, la del día a día.
ResponderEliminarSin vocación no hay nada, eso es cierto. Y que tanta titulitis en lo social es un berenjenal, también, porque sólo tiene como resultado luchas entre profesionales que acaban en "peleas infantiles" sobre quién hace quién.
ResponderEliminarLo que sí tengo claro (sintiéndolo mucho anónimo) es que hay que tener una base teórica a nivel pedagógico, y eso no lo reporta un curso de 350 horas.
Vocación y formación siempre de la mano, una sin la otra: palos de ciego
Abrazos
Gracias, Daniel por tu comentario. Estoy absolutamente de acuerdo contigo e iría un poco más allá. Ni 350 h., ni un grado, ni 10 master. Si te gusta esto has de estar continuamente leyendo y viendo nuevas fórmulas, experiencias, opiniones. Es algo que debe de nacer de tí. Si no es así nunca sabrás el porqué de las cosas, aunque parezca que las haces bien.
ResponderEliminarGracias y saludos.
Me parece interesante, oportuno y pertinente el tema del post. Particularmente coincido con preferir "dinamización", de hecho es así como subtitulamos a nuestra web. Personalmente llevo "dinamizando" desde pequeñito, participando en revistas, cinceclubs, asociaciones, etc. Unos 40 años aproximadamente y también pasé de homologarme como educador social, aunque fastidia que para determinadas plazas tengas que tener esa titulación concreta. Estamos hablando de un tema que tiene mucho de vocacional y que, me perdonen algunos, "el hábito no hace al monje". Pero aquí estamos y aquí seguiremos. Saludos!
ResponderEliminarGracias, Juanma por tu comentario. En mi opinión, antes de dar nombres, crear estructuras y compatimentos estanco en el amplio espectro de la educación, sería interesante que nos pusiéramos de acuerdo en unas cuantas cosas antes y también de hacer unos planes de estudio adaptados a la realidad de los usuarios a los que nos dirigimos y no a los que creen los que escriben los textos. Saludos y gracias por tu participación.
EliminarCreo que se me paso la epoca en la que devoraba los libros de accion sociocultural y buscaba cambios en cada lugar .....
ResponderEliminarDesde la experiencia y el momento actual muchas cuestiones dejan poco margen de accion al tecnico , convirtiendo a la accion partipativa en instumento de quien maneja la idea sociopolitica.... una lastima !!!!!eso no es participacion ni es nada eso es lo que tenemos el resultado de esta sociedad...