Hace
ya mucho tiempo, cuando las administraciones públicas eran el motor de lo que
se hacía en lo social (juventud, servicios sociales, igualdad…) se empezaron a
contratar servicios externos para la ejecución de algunas de las actuaciones.
No era una marca propia de un partido si no que parecía que era lo mejor para
la gestión (el por qué no lo hacían los funcionarios es otro debate, muy
interesante por cierto).
Las
empresas que solían hacer esos trabajos eran responsabilidad, en su mayoría, y
estaban compuestas por personas que venían de organizaciones sociales
impregnadas de una filosofía de lo común y lo público.
No
era difícil encontrar pequeños empresarios que se empeñaban en que las cosas se
hicieran de forma seria y que siempre el destinatario fuera el gran
protagonista. Los objetivos educativos de las acciones eran importantes. Sí,
también había sinvergüenzas, como en todo y en todos los órdenes. En tu
profesión los hay y entre los funcionarios, también.
Ya
en aquellos días, a algunas pequeñas empresas nos sorprendía que se presentaran
a los contratos de la administración grandes empresas de construcción. Nos quedábamos todos a cuadro pensando ¿qué
hacían esas macro empresas concursando por unas cuantas migajas?
Muchos
tuvimos la mosca detrás de la oreja hasta que al final la mosca se ha
convertido en una jauría de elefantes.
Hace
poco, una educadora social conocida se presentó a una oferta de trabajo
relacionada directamente con su profesión en donde la empresa que contrataba
era de ….LIMPIEZA.
En
las grandes ciudades la situación es aún más compleja ya que lo están copando
todo, poco a poco.
Un
educador social con amplia experiencia en
jóvenes, desplazado a Madrid, me contaba que quería buscarse la vida por
allí y se presentó a una oferta de trabajo. Le sorprendió, cuando llegó al lugar, ver un edificio de no se cuantas plantas sólo para esa empresa. Compitió con
250 aspirantes más para dos plazas de coordinador de actividades juveniles y
llegó hasta el final.
La
entrevista final: un ejecutivo trajeado cual CEO de una gran empresa lo
entrevistó con aires de ser el auténtico hijo de la polla roja. En Media hora
sólo le habló de cifras, objetivos numéricos a conseguir y rentabilidades
varias. Ni una palabra de educación, análisis, fundamentación, proceso,
evaluación. Sólo números. Ah y, por supuesto, un sueldo mediocre agravado por
que los monitores a su cargo iban a ser explotados cobrando cinco euros la
hora. Ahí
te quedas, fue la última palabra del educador.
No es invento, es caso real.
¿Qué
diferencia hay entre esas pequeñas y medianas empresas y las grandes que están
asumiendo todo el control? El destinatario, que a unos importa y a otros no.
La
administración, con la cantinela de ahorrar costes, ha hundido a esas pequeñas
empresas que han estado financiándola durante años y ahora, con sus impagos, las han arruinado y esas migajas que quedan se
las dan a las grandes corporaciones sin alma ni conocimiento de lo que están
haciendo: solo importa la cuenta de resultados.
Durante
muchos años he trabajado como empresa para la administración, también conozco a
otras empresas de mi nivel que siempre han velado por lo público y por los
usuarios o participantes en una acción, aconsejando a la administración cómo
hacer las cosas para que se transmitieran una serie de valores u objetivos
educativos. Sí, también sinvergüenzas, ya lo he dicho pero la tónica general
era la otra.
Y
en esas estamos. Quizás me escandalice por que han tocado mi profesión pero la
verdad es que para estas empresas no es más que una división más de su
diversificación de recursos, como está pasando en todos los órdenes.
Por
ello, cuando los poderes públicos hablan de ayudar a los pequeños empresarios,
autónomos o lo que vienen llamando emprendedores me da una risa que me parto.
Por
mi parte, sólo me queda una cosa que
aportar: no cuenten con mis hijos, cuando los tenga, para ningún servicio que
realicen estos señores. Antes de nada preguntaré quién está detrás de esa administración
en la organización directa de la actividad y si me nombran una de esas
corporaciones, no tengo duda: mi hijo no va. Ya buscaré otro servicio en donde
me atiendan y puedan hablarme de sus progresos educativos y no de una cuenta de
resultados.
Ayer
oí a un economista decir que si se ayudara a la pequeña y mediana empresa y
cada una contratara a dos personas se acabaría el paro. Me temo que si ya no
les importa ni eso, imaginad lo que les preocupan los niños y jóvenes que van a
sus actividades.
Ojalá
me llamará un director ejecutivo de esos para ofrecerme un puesto en su
organigrama: me iba a reír de él todo lo que pudiera y más porque lo peor es
que, encima, se creen que saben algo y la realidad es que no tienen ni puta idea.
El mismo trabajo que hacía por 1300 € para una empresa local en talleres en institutos ahora cobro 750 € para una mega empresa de estas que dices.
ResponderEliminarAl final he perdido yo y han perdido los chicos. En fin.
Enhorabuena y perdona que no te firme esto y ya sabes porqué.
Siento que todavía estemos con estas y con más miedo que nunca, parece mentira pero es una realidad como un templo. La pena es que creo que esto acaba de empezar. Ánimo y espero que tengas suerte.
EliminarGracias por la sinceridad. Es tal como lo defines. Nosotros lo estamos sufriendo en Cataluña.
ResponderEliminarQuiero aportar en relación a otro tercer camino. Cuando asociaciones sin ánimo de lucro, enraizadas en un territorio son capces de autogestionar recursos públicos de manera comunitaria, participativa, solidaria y tansparente. Sí, sí.. he dicho autogestionar recursos públicos. Este modelo existe hace muchos años y ahora se esta empezando a normativizar en Barcelona. Recibe el nombre de Gestión Ciudadana. Nos cuesta que la adminitración entienda que no es privatizar, es que la comunidad quiere y tiene capacidad para gestionar. El Ateneu Popular 9 Barris es un ejemplo.
Un saludo
Un saludo
TOTALMENTE DE ACUERDO
EliminarEl Ateneu Popular 9 Barris efectivamente es un ejemplo claro de lo que dices y otros muchos barrios deberían tomar nota. Qué diferentes estas organizaciones que dan respuesta a las necesidades ciudadanas con aquellas otras que son un chiringuito y ofrecen servicios por doquier. De eso es precisamente de lo que me quejo, que ambas para la ley sean lo mismo y por mucho que se empeñen no lo son.
ResponderEliminarGracias, Antonio y pronto te veo.
Está claro, ya que vamos a privatizar todo, privatizar sin mercantilizar: autogestión ciudadana.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con lo que explicáis. Lo mismo está pasando en el área metropolitana. Las grandes empresas arrasan en lo concursos y van ocupando, poco a poco, diferentes programas, servicios, espacios socioculturales.
ResponderEliminarEvidentemente, una gran empresa (aunque se autoproclame de servicios), tiene una finalidad prioritaria: beneficio económico. Y entonces la lógica del sistema económico impregna todo...
Y sólo queda lo de siempre, la buena voluntad y la implicación del profesional.
------------------
En Catalunya, la gran empresa de limpieza y seguridad, ganó el concurso para la gestión de los planes de desarrollo comunitario... En fin... Creo que duró un año, mucho beneficio económico no tiene un PDC.
Un abrazo, nos vemos pronto.
Por desgracia no hace falta que sea una empresa de limpieza la que gane estos concursos para matar al sector.
EliminarEn Catalunya tenemos una Fundación que a base de monopolizar los sindicatos y ser amigo de quien gobierna, esta ganando todos los concursos, y tratando muy "bien" a sus trabajadores.
Gracias, José Luís. Lo malo de esta forma de gestionar es que entre las miserias que cobran los profesionales y las órdenes que dan los incompetentes que las dirigen no hay trabajo educativo que valga. En fin.
ResponderEliminarYa no queda nada, escucharé tu intervención atentamente en Ciberanimación.
Saludos y hasta pronto.
Al igual que en otros sectores como educación, ayuntamientos, etcétera, en el ambito social se esta produciendo una externalización de servicios.
ResponderEliminarUn servicio público no debe tener rentabilidad económica, sino social. A diferencia de la rentabilidad económica que es a corto plazo, la rentabilidad social es a largo plazo.
Los autónomos y pymes trabajan a largo plazo (son relaciones más directas) mientras que las grandes empresas trabajan a corto plazo (enormes organigramas donde las responsabilidades se diluyen).
Buenisima entrada!!
ResponderEliminarEstoy leyendo las cosas que siempre habia querido leer.
La gente esta despertando por fin
Lo que me parece increible, es que la gente este espabilando ahora, cuando la batalla esta medio perdida
Yo estoy lo llevo denuciando minimo desde 2009 si no antes.
Bueno, yo y mas gente.
¿Como es que la gente se ha dado cuenta ahora en 2014???