Me
ha costado mucho decidir si escribo este post o no. No porque los estudiantes y
titulados de Educación Social dejen de seguirme en twitter o facebook o no
vuelvan a entrar en este blog, sino porque se juntan emociones contrapuestas:
una, la de dejar que cada uno descubra
la vida por sí solo –de lo que estoy convencido- y la otra, porque alguien
debería explicarte, durante la carrera, algunas realidades que te vas a encontrar ¿O estudiar un grado
es sólo para memorizar contenidos y soltarte a los leones? Al final ha ganado
lo segundo y espero que así te lo tomes. Si te ofendes, lo siento. Es la única
forma que conozco de ser honesto y esto no significa que no esté equivocado.